Una de las cosas que mas me emociona de leer la Biblia, es darme cuenta que Dios ya había previsto todas las situaciones por las que pudiera pasar en mi vida, es decir, usó a los hombres y mujeres que en ella aparecen para demostrarme que ninguno de ellos fue diferente a mi, mas todos alcanzaron la bendición y la vida eterna.

De entre los hombres y mujeres de la Biblia, David es uno de mis favoritos, ya que por un lado, fue alguien a quien con tiempo (mas de 17 años) le fue anunciado lo que Dios haría en su vida, en otras palabras, desde que era un jovencito, le anunciaron y le ungieron como Rey sobre Israel, a pesar de su corta edad, esto le ayudó a saber y a entender que todo lo que hiciera a lo largo de su vida tenía que ir enfocado a éste propósito y con ese fin, el llegar al trono y además reinar con sabiduría.

Lo interesante es que David no era un super hombre, David era tan común como lo somos usted y yo, a lo largo de su vida se equivocó en un sinnúmero de ocasiones y pecó de maneras que usted y yo no nos imaginaríamos de uno de los mas grandes Reyes impuestos por Dios sobre el Pueblo de Israel.

Una de las cosas que llevó a David a ser un Rey de tales magnitudes a pesar de ser solo un hombre y de pecar constantemente, fue que tenía mas que claro quien fue el Dios que le puso como Rey y que a pesar de que le nombró y ungió como Rey con mucha anticipación, le escogió por su corazón y no por sus habilidades ni por el espíritu de contención ante el pecado que pudiera haber habido en el, en otras palabras, David tenía un corazón conforme al de Dios, que entendía adecuadamente sus limitaciones como hombre y que las cosas grandiosas y asombrosas que sucedieran en su vida, jamás dependerían de el, sino de Dios.

Por tanto David no era mas que un hombre tan común y tan sencillo como usted y yo, solo que su corazón no se envanecía por las cosas que le sucedían y nunca tomó crédito por ninguna de sus acciones, sabía que aún sus grandes hazañas eran inspiradas por Dios y que todo lo que tenía que hacer era obedecer aquello que su corazón le dictaba y tenía una relación con la ley de Dios.

Cuando no hacía de esa manera, simplemente pecaba y vaya que lo hacía de gran manera, llegó a matar y adulterar, y esto siendo Rey, y si no me equivoco en la cúspide de su reinado, pero nunca dejó que eso lo frenara, David estaba consiente de que el mismo Dios que lo acompañaba en sus grandes hazañas y proezas, era el mismo Dios que nunca apartaba su ojo de El y miraba con detenimiento sus momentos de debilidad ante el pecado y que aun tratándole de prevenir por medio de su corazón, era ignorado ante la euforia de pecar.

Hoy en día y mas en momentos que países como México sufren tremendas olas de violencia, las personas llegan a opinar que a los que hacen el mal, les correspondería el que les quitaran la vida, por el mal y el dolor que les ocasionan a otros y tal vez sería lo correcto, pero afortunadamente eso no nos corresponde a los hombres el decidirlo, solo a Dios, ya que al igual que David, tenemos la oportunidad de ir a la presencia de Dios e invocarle, en otras palabras ir delante de El y no importa que tan grave sea nuestro pecado y no importa a cuantos hayamos afectado, si de corazón vamos delante de El y nos arrepentimos genuinamente en su presencia, Dios nos promete que al igual que a David, nos puede perdonar y no solo eso puede transformar nuestras vidas y darles un giro de 180 grados y caminar de la mano suya, hasta la vida eterna, y no solo eso, sino que dará paz a aquellos que hemos afectado por medio de nuestro pecado.

La cita de hoy me gusta porque aclara que el beneficio del perdón y la misericordia de Dios es para TODOS los que le invocan, eso me enseña que además de que no somos  nadie para juzgar a aquellos que hacen el mal y afectan a muchos, esas personas también tienen esa oportunidad de recibir un perdón de Dios y sus misericordias, de ser transformados y llegar a la vida eterna, ya que en el fondo fueron creados de la misma manera que usted y yo y que David.

Si usted esta orando por la situación actual, y pide justicia a Dios, esta es la justicia de la que El habla, de que todos tenemos esa oportunidad de ser perdónanos y objeto de su misericordia, los afectados por el mal que otros podrían ocasionar, pueden ser sanados y restaurados por El si usted y yo intercedemos adecuadamente, por lo que en este inicio de semana le quiero invitar a que ore de manera diferente:

Ore por todos aquellos que están en pecado, por aquellos que están haciendo el mal y pida a Dios que provoque en lo profundo de su corazón la necesidad de ir ante su presencia y arrepentirse de corazón, de ser transformados de manera radical por Dios y ser como David, alguien que no solo fue grande por el corazón que Dios puso en el, sino porque escuchaba la voz de Dios y recurría de constante a su presencia para ser perdonado y objeto de su misericordia, así también no deje de orar por aquellos que han sido afectados por la violencia de otros y mas que consuelo, pida que Dios ponga en ellos un espíritu de perdón y misericordia, ya que eso no es mas que el reflejo del corazón de Dios, que a su vez es el mejor  mas eficaz remedio para sanar cualquier herida en los corazones de las personas.

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