La cita de hoy la use hace poco, pero creo que vale la pena repetirla ya que quiero usar una ilustración que uso mi amigo Gustavo hace poco para predicar y que estoy seguro que le ayudara a fortalecer su vida en fe.
Como usted sabe, Japón es uno país conocido por consumir el famoso «Sushi» que consiste en gran parte de pescado crudo, el problema es que como Japón es una isla pequeña las aguas que la rodean también son escasas, y son pocos los peces que quedan en las cercanías de la isla, por lo que los pescadores tuvieron que construir barcos mas grandes para ir a buscar peces mas lejos, pescarlos y traerlos de regreso, el problema fue que a los japoneses no les gustaba el sabor del pescado congelado, y pagaban menos por el pescado con sabor a refrigerado, por tanto los pescadores idearon nuevos barcos en los que atrapaban a los peces y los traían en grandes tanques y los llevaban vivos hasta la isla para luego ahí prepararlos, pero resulto que los peces pasaban largos periodos sin movilidad en los tanques de manera que al momento de prepararlos su sabor no era tan «fresco» como a los japoneses les gusta, por tanto los japoneses tuvieron que idear una nueva estrategia para dar la frescura y el sabor a los peces, por lo que decidieron poner en cada tanque un tiburón, el cual agite a los peces, los mantenga en movimiento y garantice el buen sabor de los mismos al ser preparados en las cocinas japonesas.
Me llamo la atención el comentario con el que cerro la platica mi amigo Gustavo, dijo: «el tiburón se comerá a unos cuantos, pero serán los menos, pero mantendrá frescos al resto».
Las personas suelen pensar que la tranquilidad es sinónimo de la presencia de Dios en sus vidas, pero la cita de hoy nos demuestra todo lo contrario, Dios cuando permitió que su pueblo entrara a la tierra prometida, dejo a pueblos enemigos, para que pudieran ser probadas por Dios y mantenerse frescas, es decir activas.
Dios tiene un propósito para nuestras vidas, por un lado quiere bendecirnos, pero por otro lado es su voluntad el que seamos dependientes de El, por tanto siempre permitirá que haya obstáculos en nuestras vidas para que no dejemos de vivir pegados a El, para que no dejemos de buscar su rostro y para que nunca olvidemos que lo que tenemos y lo que somos, no lo debemos a nosotros mismos, sino a El, así como los peces en el tanque de los barcos, su sabor no lo deben a ellos mismos, sino a la actividad que tienen para mantenerse vivos y lejos del tiburón.
Mi pregunta para usted este día es: de que peces es usted?, de los que se mantienen frescos y llegan a la mesa a dar un gran banquete o de los que mueren de miedo en las fauces del tiburón y jamas cumplen su propósito?.