1 Samuel 16:6-7 (Nueva Versión Internacional)
Cuando llegaron, Samuel se fijó en Eliab y pensó: «Sin duda que éste es el ungido del Señor.» Pero el Señor le dijo a Samuel: No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.
Ayer fue un día especial, en lo personal Dios estuvo hablando a mi corazón todo el día y esta mañana me dio el resumen de todo aquello que me dijo y le quiero compartir una parte de ello.
Es una costumbre de la iglesia a la que asisto que los hombres de la iglesia nos reunamos a las 6 de la mañana los días lunes a orar, es una excelente manera de empezar la semana y fuera de orar y pedir por nosotros, intercedemos por nuestra ciudad, nuestros gobernantes y declaramos bendición sobre nuestras familias, trabajos y círculos de amistades, etc., y llamo mucho mi atención cuando Lalo mi Pastor pidió que oráramos por aquellas personas que han dejado de asistir a la iglesia, cuando lo menciono, pude sentir su aflicción al respecto, desde ese momento supe que Dios me iba a hablar sobre ello.
Mas delante me encontré con una de esas personas que se han alejado de la iglesia, y lo primero que pensé fue, que casualidad, acabamos de orar por esta persona y muchas otras, así que aproveche para indagar sobre el porque su lejanía y me contó que había actitudes en las personas que asisten que no sentía que eran las adecuadas y que prefería no asistir para no «contaminarse» con esas actitudes.
Lo mas interesante fue cuando por la tarde Jorge un amigo de Monterrey, de la nada me abordo por Facebook y me empezó a contar que de joven tenia una gran pasión por Dios y estaba metido en el servicio a Dios pero por el rechazo y la mala actitud de alguien en la iglesia, se alejo de ella y de Dios por mas de 20 años!!.
Lo que le cuento el día de hoy es algo mas que común, y tiene que ver no tanto con las personas que nos ponen buen o mal ejemplo en las iglesias, sino con el lugar que les asignamos dentro de nuestra mente y nuestro corazón, ciertamente aquellas personas que sirven en las iglesias ya sea Pastores, Sacerdotes o a un quien hace la limpieza en un lugar de adoración a Dios tiene un llamado a hacerlo de parte de Dios mismo, pero eso no tiene nada que ver con que su vida sea perfecta, en mi opinión personal creo que son de las personas mas expuestas a ser tentadas por el lugar especial que tienen delante de Dios y obvio tienen que cuidar mas su testimonio que otros.
Pero la fe de los que asistimos a las iglesias no tiene que ver con los que sirven, sino con la intención con la que vamos a ese lugar, que es a tener un encuentro con Dios, que obvio, lo podemos tener en cualquier lugar, pero el biblia nos recuerda que es un mandato el congregarnos en las iglesias para que seamos instruidos en la palabra.
La cita de hoy es un recordatorios de ello, nos recuerda que no importa que tan espiritual pueda ser la apariencia de una persona, eso no es relevante para Dios, ya que como usted y como yo puede tener sus propias luchas y pecado en su vida, es mas, la Biblia declara que todos somos pecadores y que tenemos que venir diariamente delante de Dios a confesar nuestro pecado con el fin de estar a cuentas con El, es decir estas personas así como las ve, son sujetas a pecado también, y aun siendo pecadores Dios les permite servir, ya que la obra la hace El por medio de ellos, ya que ve su corazón y este esta alineado con el de Dios, eso es lo importante.
Mi invitación de este día es a que medite en el motivo por el cual va a o por el cual no va a una iglesia, si el motivo de cualquiera de las 2 tiene que ver con las personas que van ahí, lamento decirle que esta perdiendo su tiempo, ya que primeramente debemos de ir a la iglesia por obediencia a la palabra y a dar honor a Dios, a estar en su presencia, a ser instruidos de El, sin importar quien este al frente dando la palabra o sirviendo.
Sintonice su corazón con el de Dios, quite los ojos de las personas, ya que sin lugar a dudas encontrara defectos, ya que solo Jesús fue perfecto en esta tierra, mejor ponga los ojos en ese perfecto para que podamos cada día imitarlo y aspirar parecernos a El.
Rene Giesemann
giesemann@gmail.com
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