Me imagino que alguna vez se ha sentido tan mal con usted mismo y que con Dios que literalmente siente que se hunde, tiene esa sensación de que no importa en que dirección se mueva, siempre seguirá hundiéndose, ¿le ha pasado?,  pues no es nada del otro mundo , simplemente es algo de lo mas natural que existe cuando no tenemos a Dios en nuestras vidas o bien cuando no le hemos dado entrada a El en ese aspecto de nuestras vidas.

En lo personal lo he hecho y he visto a muchos clamar a Dios para que los saque de esa situación y por supuesto que puede hacerlo y lo hará, pero sabe, Dios no lo va a sacar de una situación para luego permitirle que este en la misma situación dentro de un par de días o meses, todo aquello que viene de la mano de Dios tiene una característica especial es eterno, es único y no tiene par, por tanto tenemos que tener cuidado de no confundirnos entre los beneficios de la ley y los de la gracia.

Los beneficios de la ley, son aquellos que aplican para todos, que son referentes a la ley y las promesas de su cumplimiento, son como las leyes de transito, aplican para todos, no importa si es usted de China o de México, se dan solo por el hecho de que usted cumplió con una regla y tiene un beneficio que esta escrito.

Los beneficios de la gracia son aquellos que vienen de nuestra intimidad con Dios, son aquellos en los que logramos tocar el corazón del Padre y este mueve a todo su universo para hacer un milagro en nuestra vida, pero así como mueve a todo su universo para ello, lo hará eterno y completo, por eso es que me gusta la cita de hoy, pues explica precisamente eso, nos enseña que no solo nos sacara de apuros, sino que nos pondrá en un lugar firme y enderezara nuestra manera de vivir, por ejemplo, El puede sanar nuestras finanzas de manera milagrosa, pero si no estamos dispuestos a cambiar nuestros hábitos monetarios y a aprender los principios de la prosperidad, es difícil que sea El quien intervenga en nuestra situación.

En pocas palabras, si usted esta pidiendo algo a Dios, deje de clamar repetidamente por ello, tómese un minuto y pase un tiempo de silencio en presencia del Padre, no trate de imaginar como es que lo hará, simplemente deje que le hable, y le aseguro que lo hará y le mostrara como es que desea bendecirle y cuales pasos adicionales tiene que seguir para asegurar el efecto permanente de esa bendición para que nunca se encuentre en esa situación de nuevo, permita que verdaderamente sea El quien resuelva su situación y déjese sacar del lodo, permita ser puesto sobre la peña y que sus pasos sean enderezados de manera que pueda caminar hacia El sin obstáculos repetitivos, sino de victoria en victoria.

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