Isaías 9:6 (Reina-Valera 1960)
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Sin darnos cuenta hemos dado la vuelta a un año mas y ya estamos en la época de la navidad, la cual es desafortunadamente una época de gran confusión, y por favor no me mal interprete, los que me conocen saben que no soy partidario de estas fechas pero jamás me atrevería a escribir en contra de ellas, por el contrario, cuando digo que es una época de gran confusión es por lo siguiente:
En navidad todas las personas piensan que tienen que sentir algo lindo, pero en realidad no saben o bien no están seguras que es lo lindo que deben de sentir, obvio, la unidad familiar es un buen sentimiento, el alegrar a los niños es otro, es también la oportunidad de hacer las paces con aquellos que hemos tenido una mala relación en los pasados días o meses, etc., pero el motivo real de la navidad queda olvidado, es cierto que muchos recuerdan que en esta fecha nació Jesús, pero aun así no es el motivo verdadero de la navidad.

El nacimiento de Jesús fue anunciado por Isaias, pero su muerte fue anunciada desde los tiempos de Moisés, y antes incluso, cuando Jesús iba a ser entregado pidió que celebráramos su muerte y que la recordáramos siempre, ya que por ella, tenemos el día de hoy la oportunidad de tener una relación cara a cara con Dios y la oportunidad de vivir bajo la gracia de Dios y no bajo su ley, somos libres por la sangre de Cristo la cual le ocasiono la muerte, y sé que me dirá que hay una fecha en las pascuas para recordar esto, pero que esta es la navidad, pero ponga atención:

La cita de hoy fue escrita por Isaias cuando profetizaba la llegada de Jesús, y no era su niñez ni su nacimiento del que hablaba, sino de su obra y su personalidad, así como con nosotros hoy en día, cuando nacemos se nos festeja, pero nuestro verdadero propósito es crecer y ser personas de bien con logros, los bebes no logran nada, son los hijos cuando crecen los que hacen que los padres se sientan verdaderamente orgullosos.

Esta navidad le invito a que celebre, sea muy feliz con su familia, sea muy feliz cenando rico, pero celebre con la conciencia de que lo que recordamos hoy es la fidelidad de Dios que anuncio que llegaría un salvador, pero no el salvador en niño, fue niño porque se hizo hombre y tenía que pasar por todo lo que el hombre pasa, pero el verdadero propósito de su venida no fue ser niño y ser adorado en un pesebre, sino dar salvación al mundo en su vida adulta, por tanto hoy recuerde que usted y yo somos libres gracias a la promesa cumplida en aquel nacimiento en Belén, y la garantía de que ese bebe se convertiría en hombre y conmovería a los hombres y a los corazones de los hombres y nos acercaría con Dios mismo.

Navidad no es época de reflexionar, navidad es época de agradecer, cuantas cosas han sucedido gracias a esa cruz, cuantas cosas nos han sido evitadas por la misericordia de Dios  y cuantas cosas hemos obtenido por la gracia de aquel que nació en Belén pero se hizo hombre y murió por nosotros.

Rene Giesemann
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