Hace años conocí un himno que dice «Victoria la Victoria mía es, Victoria la Victoria mía es, si mantengo mi paz El pelea la batalla, Victoria la Victoria mía es», tanto cuando vivía en Torreón, como ahora que vivo en la Riviera Maya, se canta mucho en mi iglesia y siempre pensé para adentro de mi, «por que habiendo tantos cantos tan bellos a Dios seguimos cantando este himno viejo, bello pero viejo?» , ayer Dios me dio la respuesta a mi pregunta, me di cuenta que en 2 de las etapas más difíciles de mi vida siempre ha estado ahí ese himno, lo que más me impacto es que muchas veces cuando estaba en angustia solo trataba y le aseguro trataba con todas mis fuerzas el aferrarme a decir «Victoria la Victoria mía es» y le puedo decir con certeza que me esforzaba, pero poco sucedía.
Después de muchos años en la palabra de Dios, uno se olvida de la gracia de Dios y su poder, uno se va acostumbrando a hacer «Hábitos Cristianos» (no de la religión sino de Cristo), uno aprende a ver que las promesas de Dios son 100% efectivas, uno solo debe de cumplir y estas suceden, y por tanto logramos que nuestra vida en Cristo se haga rutina (le ha sucedido?), lo más triste de esto es que aun las cosas que anhelamos y no suceden, también se hacen rutina, nos acostumbramos a que haya cosas que parezcan imposibles!, justo ayer leía como personas están resignadas a pedirle a Dios cosas sabiendo que les dará menos, no conociendo que Dios es completamente lo opuesto y lo promete en su palabra (Mateo 7:7-12).
Después de mucho tiempo de pasar en la búsqueda de la respuesta al porque no recibía lo que yo esperaba, Dios me respondió, esta vez que fui la iglesia me rehusé a canta de nuevo «Victoria la Victoria mía es», hasta cierto punto estaba enojado, pero al no cantar, escuche y cuando escuche, me di cuenta que lo importante de este himno no es la victoria, sino el que la da, el himno dice «si mantengo mi paz, El pelea la batalla», fue ahí donde un mundo nuevo de opciones y posibilidades se volvió a abrir delante de mí!, recordé que la victoria es mía, pero porque El me la da y que tengo que re-aprender a mantener la paz en medio de la angustia y será así como El tendrá la oportunidad de intervenir, es decir, le dejare de estorbar!.
Hay personas que oran y dicen orar con fe, pero la pregunta es, fe en qué?, ya que piensan que por mucho pedir recibirán, pero como van a recibir, si están tratando de decirle a Dios como hacer las cosas, y no le reconocen como el todopoderoso que es?
La cita de hoy nos enseña eso, nos recuerda de quien es la victoria, la gloria y el poder, y sobretodo que El está encima de todo, aun de la angustia que nos aflige, en el momento que le demos entrada a esa parte de nuestra vida, en ese momento podremos decir que la victoria es nuestra, logramos superar el hacerlo nosotros y le dimos la autoridad a Dios sobre nuestra vida, eso sí lo tenemos que hacer nosotros.