Preparado para la bendicion

Santiago 5:7b (Nueva Versión Internacional)
Miren cómo espera el agricultor a que la tierra dé su precioso fruto y con qué paciencia aguarda las temporadas de lluvia.

Todos esperamos algo de Dios, ya sea que haga algo en nuestras vidas o que cumpla una petición, que sane un enfermedad o que simplemente termine con una situación que nos aqueja o incomoda, pero en realidad pocos están preparados para recibir la bendición o respuesta que esperan, solo piden pero no se dan cuenta de lo que necesitan para el día que la bendición llegue y le voy a poner un ejemplo:

Hace unos días reflexionaba sobre mi propia vida, en lo personal estoy orando para que llegue el tiempo de casarme y pensaba para mi mismo, «estoy listo, al menos tengo todo lo que un hogar necesita materialmente», esto lo pensé ya que mi casa esta amueblada por completo y creo tener lo necesario para vivir cómodamente y no solo yo sino en pareja, pero al pensarlo bien llegue a la siguiente conclusión, tengo 2 habitaciones, cada una con su armario respectivamente y ambos armarios están llenos con cosas mías, no hay espacio para que alguien mas venga con sus cosas, mis paredes están llenas de cuadros y fotos, todo tiene mi esencia, no he considerado espacio para que otra persona venga a traer su esencia a mi casa, mi habitación es 100% de soltero, dudo que una mujer quiera vivir ahí, no sin tomar en cuenta que la mujer que venga, vendrá a poner ese toque femenino a todo en mi casa y en mi vida, me tuve que dar cuenta que no estoy preparado aun para la bendición de casarme, obvio no es nada que no pueda hacer en poco tiempo, pero tengo a veces estas pequeñas cosas pueden hacer que una bendición se retrase, con esto no quiere decir que aun sin tener una novia empiece a hacer espacios en las paredes de mi casa para sus cosas, pero si el ir planeando que se va y que se queda en caso de que suceda, lo que si tendrá que suceder es que mis armarios serán depurados con calidad de urgente ya que guardo en ellos cosas que hace tiempo que no uso y que estoy consiente de que deben de salir de ahí.

Así como mi situación hay quienes «tienen en manos de Dios» sus situaciones pero no han reflexionado sobre que sucederá el día que Dios responda a su ruego, y no han pensado que tal vez la respuesta no ha llegado porque no están preparados para ello.

La cita de hoy realmente me ha hecho entender la manera de Dios de bendecirnos en una nueva dimensión, los agricultores saben en que fecha se siembra, que cosas hay que cuidar para que lo sembrado de fruto, cuando es temporada de lluvia y saben que esta lluvia puede llegar antes o después, pero lo mas importante, saben cuando es tiempo de cosechar, el estar involucrados con su siembra les permite tener la sensibilidad de determinar el tiempo para hacerlo, y el día que es tiempo, ellos están 100% preparados, con el equipo para cosechar, con los lagares listos para recibir la cosecha y con los clientes en vista para venderles el producto de su trabajo, esto quiere decir (a mi entender), que las bendiciones no llegan «cuando Dios quiera», sino cuando nosotros estemos listos para que lo hagan, cuando Dios ve que hemos pedido con fe y acción, ya que no es solo pedir sino hacer la parte que nos corresponde, no lo cree?.

Esta mañana, le quiero invitar a que tome conciencia de su necesidad, si esta pidiendo a Dios respuestas en lo económico, se ha preparado con nuevos hábitos económicos para cuando la bendición llegue?, si no, simplemente se encontrara en la misma situación dentro de poco tiempo, si esta pidiendo por salud, se ha preparado en una nueva rutina de ejercicio y alimentación para cuando este sano?, si esta orando como yo para el día que llegue la persona que el acompañe el resto de sus días, ya ha trabajado en prepararse para compartir su vida y su espacio?, si su oración es por un trabajo, ya ha orado para bendecir a quienes serán sus jefes y ha trabajado en sus nuevos hábitos para conservar ese empleo?, si no lo ha hecho, hagalo pronto, puede ser que su bendición no haya llegado porque no esta listo para recibirla.

Rene Giesemann
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