2 Timoteo 1:7 (Reina-Valera 1960)
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Esta madrugada leía el correo de un querido amigo con el que he estado intercambiando comunicaciones seguido en los pasados meses, El me contacto ya que tenia un problema y vaya que el problema era grande en ese momento, ya que era ocasionado por el pecado que existía en su vida y lo peor de todo es que no sabia como quitar ese sentimiento de culpa por un lado, ni como combatir el pecado ya que una cosa no permitía lo otro.
Lo primero que recordé en ese momento fue que mi amigo luchaba con el problema porque lo había adoptado y lo había hecho suyo, es decir, el decía «mi problema», cuando en lo absoluto lo era, por el contrario:
Tenemos que recordar que este mundo (físico) ha sido entregado a nuestro enemigo, por tanto la biblia lo nombra «el príncipe de este mundo», así que todo lo que nos pudiera aqueja, aun la enfermedad vienen de el, su intención es engañarnos y confundirnos y como el tiene la autoridad en esta tierra, de repente como que lo logra, por eso cuando nosotros aceptamos un problema, un pecado o aun una enfermedad como nuestra, entonces le estamos dando autoridad sobre nuestras vidas, pero le quiero hacer una pregunta: por que le es fácil aceptar lo malo que le sucede y lo hace suyo y no le es fácil el tomar las promesas de Dios (que no son de este mundo sino de donde viene Dios) y hacerlas propias para beneficio suyo?.
Hay personas que acostumbran decir «mi enfermedad», o bien quienes han reconocido su pecado dicen «mi pecado», pero no se dan cuenta que al mencionarlo de esta manera, es como si le pusieran pegamento, ya que al hacerlo suyo los va a acompañar de constante!.
Muchos no saben como enfrentar lo que les pasa y se atemorizan, es un sentimiento normal en las personas, ya que todos tememos a lo desconocido y a lo que no entendemos, pero es irónico, como a lo que tememos lo bautizamos con un «mi» y lo traemos todo el tiempo con nosotros!.
Gracias a Dios esta su palabra la cual nos enseña que podemos tener una vida diferente y que podemos ser plenos en todo lo que hacemos y vivimos, pero como siempre menciono en estas diarias lineas, tenemos que conocerlo si no como reclamamos aquello que nos corresponde si no sabemos que esta ahí para nosotros?.
La biblia nos promete que al aceptar a Cristo como salvador nos es dado un espíritu (ojo el recibir a Cristo es un requisito), este espíritu es aquel que es sensible a la voz de Dios se mantiene en comunicacion con El, pero tiene otros atributos, la cita de hoy nos enseña que es un espíritu que pone en nosotros el poder (del Espíritu Santo, que nos permite hacer literalmente todo lo que Cristo hizo en su estancia en esta tierra), de amor (nos da la capacidad de decidir amar a alguien, no solo sentirlo sino amar como Cristo lo hizo por convicción y no por sentimiento) y de dominio propio (de contener aun nuestros instintos aun de una manera sobre natural).
Cuando hablamos de la característica de dominio propio de ese espíritu que Dios nos dio, entendemos que podemos controlar no solo nuestra carne, sino también nuestros sentimientos y nuestros pensamientos si lo queremos (ojo! Dios es un caballero y jamas nos obligaría a nada), y esto aplica aun a las personas fatalistas que todo lo ven mal, a aquellos que pecan en su carne, ya sea sexualmente, de acciones incorrectas como el robo o que se yo, así como podemos dominar nuestra lengua (y dejar de maldecir o de mentir por poner un par de ejemplos), o simplemente el cambiar nuestro patrón de pensamiento (el cual si se da cuenta no puede cambiar por si mismo y eso que ha intentado muchas veces).
Por tanto, si usted esta seguro que ha recibido a Cristo como salvador de su vida, tiene la garantía de que este espíritu le ha sido dado, si no lo esta, simplemente tome un tiempo vaya a un lugar en intimidad con Dios e invitelo a ser parte de su vida, a habitar en el lugar especial dentro de su corazón y a que le de ese espíritu que le dará los beneficios para seguir adelante como un campeón y no como un sobreviviente.
Rene Giesemann
giesemann@gmail.com
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