Es raro conocer a alguien quien no tiene necesidades puestas delante de Dios, pero es aun mas raro conocer a personas que tienen la completa y absoluta confianza de que Dios escucha y tiene resuelta su situación, hay quienes se aferran a pensarlo así pero en el fondo de su corazón no están seguros de que Dios realmente vaya a cumplir aquello que anhelan y la razón es muy simple, no sabemos pedirle a Dios lo que necesitamos.

La palabra de Dios nos enseña que Cristo vino a darnos vida y vida en abundancia y lo mejor es que nos vino a dar vida eterna y se que esto se escucha muy bonito y hasta cierto punto romántico, pero pocos entienden el verdadero sentido de esto y la relación que tiene con lo que pedimos y la certeza de que Dios lo cumplirá.

Hace unos días les comentaba sobre la fidelidad de Dios, el es fiel, pero no a usted ni a mi, sino a lo que esta escrito, por ello repite una y otra vez en su palabra que fiel es el que prometió (Heb. 10:23Heb. 11:11), por tanto cuando digo que no sabemos pedirle a Dios lo que necesitamos, es porque por lo general le pedimos lo que queremos que tendrá un efecto solo pasajero en nosotros y no lo que necesitamos que tendrá un efecto permanente en nuestra vida y se lo voy a tratar de ejemplificar:

Hay personas que están en problemas económicos y piden a Dios les ayude a salir de sus deudas, lo cual no esta mal, pero lo correcto es que pidieran y buscaran en la palabra el ser buenos administradores o mayordomos como lo explica la biblia, no solo para aprender a administrar la escaces y salir de ella, sino prevenir que vuelva a suceder en sus vidas, hay personas que piden a Dios que les envíe una pareja (y créame hay muchas de esas), pero la mutilación de su corazón es el no sentirse solos y el poder sentirse amados, cuando con eso están resolviendo el corto plazo, en vez de pedir a Dios a ver que aspectos hay que cambiar en nuestras vidas para ser una excelente pareja y poder dar compañía, amor y seguridad a otro, me voy a permitir hacer mención del ejemplo de un amigo con el que platique hace unas semanas a cerca de esto, el me comentaba que había encontrado a la mujer que buscaba, ella es temerosa de Dios, tienen gustos afines y todo lo que le pudiera pedir a Dios esta en ella, pero había un pequeño detalle, ella no le hace caso alguno, a lo que le pregunte entonces a el, ¿ya te preocupaste por saber que es lo que ella busca y espera del hombre que la acompañe el resto de sus días?, y si lo sabes, ¿que tanto cumples tu con su expectativa?, ¿que tanto tienes que ofrecerle en el largo plazo a una mujer con todas esas características?.

Como ven, tenemos mucho que aprender de Dios y de nosotros mismos para poder saber pedir y tener la certeza de que Dios responda nuestras oraciones y peticiones teniendo la confianza que nos llevara al galardón.

La vida de la mano de Dios es fascinante, ya que podemos ver el mundo desde la perspectiva de El y no solo la nuestra, yo lo entiendo de esta manera y anoche reflexionaba sobre esto: en lo personal soy amante de la tecnología y cada vez que sale un aparato nuevo, me aseguro de saber sobre el, de ser posible publico lo que veo sobre ello en mi facebook para que mis amigos opinen sobre ello o alguien me de un tip y si es lo que necesito, le aseguro que seré de los primeros en adquirirlo, pero muchas veces olvidamos que la tecnología esta ahí para hacernos la vida mas sencilla y no mas complicada, hay personas que adquieren todos los aparatos que salen al mercado y sienten que son muy sofisticados por ello, ¡y que están a la vanguardia de la tecnología!, hace unas semanas no pude evitar el tomarle la foto al asiento de una persona en el avión que venia de regreso a casa ya que cuando se levanto por un momento, note que ¡tenia 3 teléfonos celulares! eso me dejo perplejo, cuando la idea es que teniendo los avances tecnológicos de hoy en día con un solo aparato deberíamos poder hacer lo mas posible, yo estoy enamorado de mi teléfono celular, ya que tiene tantas funciones que cuando viajo, es raro que use mi computadora, ya que en el puedo hacer prácticamente todo lo que necesito.

Así mismo es la vida en Dios, fácil y que reúne todas nuestras necesidades en una, es decir, desde la receta para una sana alimentación (vea Éxodo, Daniel), hasta la receta del éxito financiero, etc., pero nos encanta llenarnos de cosas que nos desvían y distraen y nos hacen andar como la persona del vuelo en el que venia, tenemos tantas maneras de comunicarnos con tantas cosas que olvidamos comunicarnos adecuadamente con el único que lo deberíamos de hacer y con el efecto permanente a nuestras vidas.

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