El caminar en Cristo es un proceso que afortunadamente nunca termina y como diría mi amiga Claudia es poco a poquito(dependiendo de la prisa que tengamos en ser bendecidos), todos los días tenemos la obligación de crecer un poco hacia el Señor, obviamente con el fundamento de su palabra como guía ya que no tiene ningún sentido crecer basados en suposiciones o cosas que «alguien» nos dijo.

Todos tenemos áreas en las que nos hace falta cambiar, todos lo sabemos superficialmente pero tratamos en lo posible en no reflexionar mucho sobre ello porque tenemos la sensación de que nos dolerá o nos incomodara, algunos incluso se enojan cuando ese tema en especifico nos es tocado, pero es precisamente ahí donde tenemos que fijar nuestra atención, ya que esa área incomoda es lo que nos impide llegar al siguiente nivel de bendición, es lo que nos ata y nos mantiene viviendo en un nivel que no nos da lo suficiente mas que para meramente sobrevivir, sin recibir la abundancia de la cual la palabra de Dios habla.

¿Para que cambiar ese pequeño detalle que aun esta pendiente?, es muy sencillo, la cita de hoy nos habla de que tenemos que aprender a se justos y para serlo tenemos que librarnos del orgullo, el orgullo no es mas que el mecanismo de auto defensa que nos protege de tener que exhibir nuestros puntos débiles o que tenemos que cambiar, pero a su vez nos cubre de una capa fría que nos impide de sentir el calor agradable de la presencia de Dios en todos los aspectos de nuestra vida, y nos mantiene limitados hasta un cierto nivel de bendición, en mi personal opinión, el orgullo es como la estaca que mantiene atado a un elefante, me imagino ha escuchado sobre esto, los elefantes de pequeños son atados con un grillete a una estaca y de pequeños, por mas que se esfuerzan no pueden librarse y se resignan a que esa estaca es mas fuerte que ellos, y crecen con esa idea, años después cuando sus fuerzas son mas grandes que la estaca, ellos siguen atados y sin moverse ya que creen que la estaca sigue siendo mas fuerte que ellos, pero si se les pudiera preguntar a los elefantes, le aseguro que cada uno de ellos contestaría que lo han hecho todo para arrancar la estaca y no han podido y que «a lo mejor es la voluntad de Dios» que estén amarrados a ella.

De acuerdo a la cita de hoy el alma de los que viven así como los elefantes no es recta ya que vive torcida de acuerdo a la voluntad de la estaca o de las cosas que les detienen en su vida, pero Dios nos enseña que los que aprenden a ser justos, vivirán por fe, y no por fe a que las cosas van a cambiar, ¡la fe no tiene nada que ver con eso!, la Fe es activa no pasiva, la fe busca y reclama, no espera, la fe simplemente sabe lo que le corresponde y no esta sujeta a esperar «a ver que es lo que Dios quiere».

Esta mañana, le invito a hacer la siguiente oración: » Padre, te pido que me enseñes a ver si hay estacas en mi vida que no me permitan avanzar, que me tengan detenido y que me impidan ser justo conmigo mismo y con los demás, quiero reafirmar mi fe, quiero ser justo para vivir por ella, pero necesito aun hacer cambios para serlo, te pido que si ves un área que me incomode, has especial énfasis en ella para que pueda estar tan incomodo, y que busque de acuerdo a tu palabra y voluntad la manera de salir adelante como un digno representante de tu reino en esta tierra», amen!

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