Hace un par de días comentaba acerca de la confusión que existe entre el concepto de la paz y la tranquilidad, como lo comentaba, Dios no nos dará tranquilidad, sino nos dará paz, ¿pero como llegamos a esa paz?, ¿que es esa paz?, ¿como se realmente que lo que paso es algo planeado por Dios?.

Muchas personas conocen o bien recitan la cita que reza «Dios no nos dará cargas mas allá de lo que podamos soportar», y aunque muchos buscan en esta frase un consuelo, en ocasiones no confían lo suficiente en Dios como para dejar de sufrir la opresión de su situación, esto por el sencillo hecho de que no conocen su significado.

A Isaias el Profeta le fue revelada la venida de Cristo, y no solamente que vendría sino a que vendría, con la garantía de que todos aquellos que le confesaran como salvador tendrían un efecto eterno para sus vidas, donde aun la enfermedad incurable podría ser sanada por el efecto de la cruz, aun la deuda más grande podría ser pagada por el efecto de la cruz.

Cuando le digo esto, se lo digo con certeza, me ha tocado ver y orar por personas que sanan instantáneamente, me ha tocado ver y estar con personas que regresan de la muerte, me ha tocado ser librado de situaciones extremas, he visto deudas impagables ser saldadas en minutos, pero esto sucede con personas que llevan su fe al siguiente nivel, y le voy a poner un ejemplo:

La biblia nos habla de que Cristo recibió aun el castigo de nuestras rebeliones, es decir de nuestra mala actitud, por ello cuando muchos oran por sus finanzas reciben la paz y se conforman con ello, pero no continúan perseverando por esa paz y por su problema hasta ser solucionado, es decir, se quedan a mitad del camino!, le piden al dueño del oro y la plata (Dios) que les ayude a salir de un embrollo económico pero no le piden el dinero para hacerlo, le dan instrucciones de cómo enviar el dinero, pero no le piden el dinero, espero ser claro en esto, tenemos un Dios sobrenatural que usa lo natural para demostrar su amor a sus hijos.

Recuerdo una mañana en la que me di cuenta a cuanto ascendía mi el adeudo de mi tarjeta de crédito y justo un día antes Dios me recordaba acerca de no deber nada a nadie, cuando vi el monto, simplemente dije a Dios, estoy de acuerdo que no debo tener deudas, mas ahora mismo no tengo con que pagar, que es lo que me quieres decir entonces?, yo confío en ti en que si me estas recordando el que no debo de tener este tipo de deudas, también confío en que me darás solución de cómo resolverlo, entre tanto me dispuse a continuar con mi vida normal, al día siguiente simplemente, llego un bono por parte de mi trabajo con un monto mucho superior a lo acostumbrado que cubría hasta el último centavo mi deuda a mi tarjeta de crédito, como es debido diezme de ello y pague mi deuda como obediencia a la instrucción de mi Padre unos días antes.

Cuando nos encontramos en situaciones difíciles, el acto de fe no es el orar hasta que suceda, es el estar consciente de cuál fue el efecto de Cristo en la cruz y como dice la cita «El ya pago el precio de nuestra paz», es decir podemos confiar en toda tranquilidad que su sacrificio tiene un efecto permanente en nosotros, solo tenemos que tomarlo como verdadero, creyendo de manera fuera de lo normal en nuestro Dios que es fuera de lo común.

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