Ciertamente el ser objeto de la misericordia de Dios es uno de los sabores mas agradables que podemos experimentar, mas eso solo el principio, Dios tiene preparados grandes banquetes para aquellos que anhelan acercase a El. Por que conformarse con solo un poco si hay abundancia en Dios, El es abundancia y pone muy pocos requisitos para ello.

A lo largo de mi caminar por la vida, he encontrado a muchas personas que tienen idea de que por hacer obras de caridad o ayudar a los que menos tienen, con lo que a ellos les sobra, es suficiente para estar cerca de Dios, ciertamente es una obra loable, mas desafortunadamente muchos lo hacen con el objetivo de lavar sus conciencias, mas Dios siempre va un nivel mas allá, en su palabra escribió que la salvación es por Fe y no por obras, es decir, la salvación es por hacer aquello que esta escrito y no aquello que consideramos correcto, me encanta que Dios no nos dio la oportunidad de equivocarnos, simplemente nos dio la ruta a seguir.

En días pasados mencionaba en este espacio que la palabra menciona que «donde abunda el pecado, sobreabundara la gracia», esto se puede contraponer con la cita de hoy si lo leemos de manera aislada y sin tomar en cuenta que cuando llegamos a los pies de Cristo y somos objeto de su perdón, somos hechos criaturas nuevas, Dios olvida y deja atrás nuestros pecados, por tal desde ese momento tenemos la cualidad de ser puros como bebes, limpiados y con la cualidad de subir al monte santo de Dios.

Ahora bien, es nuestra responsabilidad mantenernos de esa manera, buscar en la palabra de Dios la manera de conservarnos limpios y no caer en pecado para que así podamos disfrutar de los privilegios de ser objeto de la justicia divina de Dios.

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