Como lo hemos comentado previamente en este devocional, hay ocasiones en las que pensamos que las cosas de Dios son complicadísimas y que requieren de un gran esfuerzo pasa ser cumplidas y que hay que llenar un cierto requisito para poder estar en orden con Dios y mas aun pensamos que cuando Dios nos revela algo necesitamos de un interprete o traductor para ello ya que no lo entenderemos, hay incluso personas que aseguran que no leen la Biblia ya que hay que tener una enseñanza previa para leerla ya que de no ser así, no entenderán nada en ella.
Todos estos puntos son cosas que he escuchado a lo largo de mi vida en Cristo y me he dado cuenta que son cosas que las personas suelen declarar o profetizar sobre si mismas, y que son 100% falsas y que son aquellas cosas que habitan en nuestras mentes para mantenernos lejos de la voluntad y la bendición de Dios.
La cita de hoy se refiere a los falsos profetas que vienen a hablarnos con engaños y no son en todos los casos aquellos así llamados «evangelistas» o «ministros de la palabra» que vienen a hablar mentiras a nuestras iglesias, son también todas aquellas personas que nos distraen de la voluntad de Dios que nos dicen verdades a medias o nos vienen a contar cosas que escucharon que no tienen fundamento, así como los pensamientos de fracaso que pueden rondar nuestras mentes y que nos llevan a una vida de mediocridad.La cita también nos habla de que hemos vencido a estos falsos profetas, es decir, Dios nos dio la capacidad de hacerlo y nos habla que es mas grande lo que El ha puesto dentro de nosotros que lo que nos rodea, es decir, aun los problemas, las adicciones y los vicios, que nos rodean, nosotros los podemos hacer parte de nosotros, mas no entraran en nuestro corazón a menos que lo permitamos, mas una vez que le hayamos cedido ese lugar a Cristo, no habrá cosa contra la que no podamos y estará ocupado el lugar mas importante en nosotros.
Así que le invito a que este día se despoje de esos falsos profetas, empezando por aquellos malos pensamientos, de fracaso, de derrota o de autocompasión, usted y yo hemos sido llamados a ser vencedores y no vencidos, créalo en el nombre de Cristo y viva una vida plena y en victoria constante.