Ayer platicaba con una amiga que me dio una gran lección, no habíamos tenido contacto en años y hemos retomado nuestra amistad desde hace un par de meses, cuanto mas platico con ella, mas claro me queda como la ley de Dios aplica para quienes la conocen y también para quienes no la conocen.
Ana me platicaba como ha podido superar los altibajos y situaciones difíciles de su vida, pero siempre he podido ver en su actitud una extremo sentimiento de justicia y con esto me refiero que al menos en lo que la llevo de conocer, no importa cuan difícil sea su situación, nunca permitiría que esta se deje permear o afecte a las demás personas y esto siempre le ha dado fortaleza.
La cita de hoy nos habla precisamente de eso, si nosotros cuidamos que la justicia sea parte de nuestro diario vivir, será difícil que algo nos afecte, y hace la comparación con las Palmeras, como saben vivo en Cancún, lugar que es azotado por los huracanes de cuando en cuando y cuando vemos las noticias la imagen que siempre se muestra es el agua y el viento zarandeando a las palmeras, mas sin embargo, una vez que pasa la tormenta, siguen firmes en pie y listas para dar frutos de nuevo, ¿no le gustaría a usted tener esa misma cualidad?
La justicia es un termino que se malinterpreta seguido, ya que las personas tendemos a darle el significado y alcance de acuerdo a como nos acomode, y esto no esta siempre bien, creo que la justicia es la virtud mas descrita en la Biblia, ah esta el parámetro de lo correcto y lo incorrecto, le invito a que la lea, a que aprendamos a ser justos, para que tengamos la cualidad de las palmeras ante las situaciones difíciles y la majestuosidad del cedro en nuestra firmeza.