¿Ha escuchado usted la frase «a la tierra que fueres, haz lo que vieres»?
Muchas personas basan su vida en lo que las demás personas piensan u opinan tratando de «encajar» y ser agradables a los demás y esto en muchas ocasiones nos lleva a cometer muchos errores, considero en lo personal que así comienzan la mayoría de los vicios y los grandes problemas.
Lo interesante es que «encajar» es mas rápido si lo hacemos al estilo de la gente, pero definitivamente también es mas efímero, ya que pronto la opinión de la gente cambia y sus intereses también, así que si empezamos a actuar conforme a lo que los demás opinan, tendremos una carrera muy veloz y estresada por agradar a las personas, mas sin embargo si somos auténticos, así como Dios lo requiere de nosotros, a lo mejor no será tan rápido nuestro «encajar» con la gente, pero si va a ser duradero ya que verán que lo que hay en nuestro corazón es firme y que el actuar conforme a la voluntad de Dios es parte de nuestra naturaleza, lo respetaran e incluso recurrirán a nosotros para pedir consejo.
¿Usted evalúe, a quien es mas importante agradar? ¿A Dios o a la gente?, se que la respuesta es casi obligada ya que creo que casi nadie o nadie respondería que a la gente, pero en su actuar la mayoría hacemos al revés, ya que pensamos como hombres y no como hijos de Dios.
Déjeme se lo planteo de esta manera, a ver si puedo hacerlo mas claro, cuando el Presidente de una nación visita otra nación, el anfitrión hace lo imposible para agradar al visitante ya que viene como embajador de su pueblo, el anfitrión muestra lo mejor de su país y lo ofrece al visitante, e incluso pondrá a disposición de este una muestra de la comida típica de su país (del visitante) para en caso de que anhele comer algo de casa; nosotros, como lo hemos mencionados en otras ocasiones, somos embajadores del reino de los cielos, por el puro hecho de ser hijos de Dios, nuestra misión es establecer el reino de Dios en la tierra, no venimos a agradar al mundo sino que el mundo sea nuestro anfitrión, y que este haga lo imposible para no agradarnos a nosotros sino al que nos envía, imagínese a un presidente visitante esforzándose para que el anfitrión este contento! Seria ridiculo no?, así mismo, sabemos que es lo que hay nuestro corazón, Cristo, y esta como principal atributo de nosotros y debemos de darle siempre ese lugar especial en todo lo que hacemos, para que nuestros anfitriones en este mundo lo anhelen y quieran tener lo que nosotros tenemos y transformemos sus vidas.
En pocas palabras, como dice la cita del día de hoy, tenemos que renovar nuestro pensamiento, como? Conforme a la voluntad de Dios, para hacerla en todo tiempo y podamos agradar al único que nos interesa agradar y que el mundo sea transformado por la misericordia de Dios a través de nuestros actos.