La semana pasada me encontraba de viaje por estados unidos y veía las noticias que hablaban del devastador tornado que había pasado por Virginia y hasta donde logre entender aquella no es una zona de tornados, lo cual me preocupaba mucho, imagínese a aquellas personas que no tenían donde refigurase a diferencia de aquellas que viven en las zonas de alto riesgo de tornados que saben que hacer y tienen refugios bajo el suelo.

Así mismo me imagino a las personas que no tienen una comunión con Dios y antes de que tenga lastima por estas personas le pido se detenga y piense un poco sobre ello.
La cita del día de hoy nos habla del que «habita» al abrigo del Altísimo, morara bajo la sombra del omnipotente, esto nos dice quien vive de constante en su presencia, quien no solo recurre a Dios en necesidad y no solo recurre cuando quiere algo, sino quien como en una casa esta ahí todos los días y todo el tiempo posible.
No se si nota la similitud entre el ejemplo de lo que paso en Virginia y lo que le platico, pero se lo ejemplificare…
El habitar en presencia de Dios es como las personas que tienen un refugio anti-tornados en su casa, saben que cada vez que lo necesiten bajaran a el, pero también bajaran en el tiempo que no lo necesiten, a limpiarlo y a resurtir provisiones para el tiempo que las necesiten, las personas que no habitan en presencia de Dios es semejante a las personas de Virginia, por mas que corrieron no estaban preparados para un fenómeno como un tornado, y por mas que corrían no encontraban auxilio.
La mejor manera de saber que una persona esta en perfecta comunión con Dios no es el que tenga una buena vida sin problemas, por el contrario el mejor indicador es cuando una persona esta preparada siempre para lo que venga, sin importar la frecuencia  con que le pueda suceder.
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