Hace un par de días platicaba con una persona muy especial en mi vida y nos contábamos los pormenores de nuestro día a día y de como superábamos los obstáculos que se nos presentan diariamente y me dijo una frase que me puso a reflexionar, me dijo «si, yo se que tu siempre estas bien, no importa lo que pase».
Al meditar en ello me preguntaba como llegué a esta situación y recurrí a las palabras que Dios me ha dado una y otra vez y encontré la raíz de mi calma en los problemas, y llegué a una conclusión que hacia tiempo no llegaba, el problema o «tribulación» es solo la primera parte del proceso, si en este me desanimo, perderé la oportunidad de tener esperanza y no la esperanza de que se solucione la situación que paso, sino la esperanza de que Dios tiene un plan para mi, y que cada día me acerco más a lo que El quiere de mi y alcanzaré la plenitud… si, yo se que eso se lee lejano, pero no lo está, le voy a recomendar lo siguiente:
Ante la siguiente adversidad que enfrente, intente sonreír y decirse a si mismo, esta es la primer parte, no voy aun ni a la mitad, y verá como la sonrisa saldrá sola, esa sonrisa es la primer seña de paciencia, los siguientes pasos vendrán por si mismos.
Apunte la cita de hoy en un papel que lleve siempre consigo y léala cada vez que necesite y sea bendecido por el animo que Dios le envía en éste día.