Fragmento

  • Diciembre 21, 2007

El otro día un joven  me preguntaba que ¿que tenia que hacer para ser agradable a Dios?, y antes de poder responderle tuve que ponerme a pesar como se es agradable a Dios y llega uno a saber con certeza si lo fue. Al pensar en ello tuve que hacer un pequeño ejercicio de pensar