Existen 2 tipos de fe, la fe verdadera y la fe relativa, la primera tiene que ver con el Dios de la Biblia, y la segunda tiene que ver con lo que las personas esperan de un dios que parece maleable y que al parecer quiere cosas “buenas” para quienes en él creen aunque no le conozcan.
Como muchas veces le digo, por favor no me mal entienda, no es mi afán el criticarle, hacerle sentir mal, ni mucho menos cuestionar su fe, pero ante la verdad nadie se puede negar, hay personas que viven en una constante condenación, es decir, pensando cosas que las ponen en una situación de desventaja, de castigo ó simplemente de olvido por una sencilla razón, no creen en Dios, creen en lo que piensan que es Dios, pero en realidad no tienen mucha idea, y pasan su vida imaginando cosas acerca de Él.
Es por eso que existen argumentos como “Dios te va a castigar”, “Dios está enojado conmigo”, “Dios no me escucha”, sin saber ni tomar en cuenta que la Biblia nos demuestra constantemente que es exactamente al revés, Dios no castiga, no se enoja y no deja de escuchar a nadie, y está demás el decirlo, tampoco hace “por algo” las cosas.
Es por eso que Yeshúa (Jesús) nos dejó con toda intención esta instrucción llamada “la Gran Comisión”, que tiene que ver con las promesas que vienen de Él para nosotros ó la opción de vivir en condena de acuerdo a nuestras propias decisiones y “creencias”.
Dios nos dio un regalo, que no tiene que ver con dinero, ni salud, ni buenas relaciones, se llama salvación y es el mejor regalo, pues tiene que ver con una vida asombrosa de la mano de Dios no solo en esta vida, sino por la eternidad, la cual dicho de paso no empieza cuando nos morimos, sino el día que decidimos nacer de nuevo.
Eso quiere decir que la salvación nos pone en un plano de bendición constante, donde dejamos de pedir y empezamos a ser parte, donde dejamos de “no hacer” y empezamos a hacer.
Y le quiero contar un poco acerca de ese famoso “no hacer”, las personas que no creen, viven en condenación, es decir, tienen los ojos puestos constantemente en el pecado, son esas personas que se pasan la vida preguntando “qué es pecado?” para saber si lo hacen ó no lo hacen, aunque solo les sirve para hacerlo cuando nadie los ve y luego sentirse mal por ello (eso es condenación).
SI lo nota, Yeshúa (Jesús) no vino a esta tierra a “no pecar”, vino a ser justo, es decir a cumplir con la palabra de Dios, de modo que estaba tan ocupado que no tenía tiempo siquiera de pensar en el pecado y vino a ponernos ejemplo de ello, nos enseño que tenemos al Espíritu Santo quien llena nuestros oídos de las cosas que habremos de hacer de modo que no nos preocupamos por las cosas que “no debemos de hacer”, es por eso que nos dijo que es más bienaventurado el dar que el recibir, pues el dar es una forma de hacer y no de cuidarnos de no hacer, lo había pensado?
La condenación es una muestra de 2 cosas básicas, primero el desconocimiento de quien es Dios y segundo la inactividad causa de la falta de fe, pues esta da pie a los malos pensamientos y por ende al pecado.
Es por eso que todo lo que debemos de hacer es creer y tener fe, pero no en lo que queramos, sino en la palabra de Dios, de esa manera, sabremos siempre qué hacer y tendremos a Dios hablando a nuestro oído, cómo la ve?