A veces me sorprendo a mi mismo cuando escucho las cosas que pienso o las cosas que oro incluso, pues al estar por así decirlo “solos» perdemos la dimensión de nuestras propias palabras.
Se ha puesto a pensar todo lo que va incluido y lo que conlleva un “que se haga tu voluntad”?, estoy seguro de que no, pues esto puede significar de que Dios haga exactamente lo que es correcto, aun cuando esto vaya en contra de lo que pedimos o lo que anhelamos o bien donde lo correcto pudiera en apariencia afectarnos.
La verdad es que cuando decimos “hágase tu voluntad”, en nuestro interior se crea una falsa esperanza que piensa “haz lo mejor y que me convenga y de paso me haga feliz” y es eso lo que perseguimos todo el tiempo, no buscamos cosas buenas, no buscamos cosas que agraden a Dios, agradamos cosas que nos hagan felices.
Hace unos días encontré en facebook una imagen que decía “pasamos toda la semana esperando el viernes, pasamos toda la quincena esperando el día que nos paguen y pasamos toda nuestra vida ser felices”, no le voy a negar que esta frase me impactó de sobremanera, pues es tristemente cierta y me llevó a reflexionar sobre algo que Dios ya me había estado hablando en días anteriores.
Qué es la felicidad?, de qué se compone?, como funciona?, qué nos dice Dios acerca de la felicidad?
Después de meditar largo tiempo en esto, me di cuenta que la felicidad es algo muy simple, le pondré un par de ejemplos para que lo entienda como yo lo hice:
Cuando alguien nos ama, somos felices a causa de ese amor, el sentirnos seguros del amor de alguien nos da esa sensación que llamamos felicidad, pero cuando ese amor pareciera estar en peligro o pudiera desaparecer, somos exactamente lo contrario, somos en extremo infelices.
De igual manera nos sucede con las finanzas, cuando existe una estabilidad económica y la posibilidad de que esta aumente, nos sentimos felices, pero cuando esta desaparece o no existe, somos infelices, se ha percatado que a veces solemos orar que todo lo que necesitamos para ser felices es salir de deudas?
Entonces podemos entender que lo que nos provoca la sensación de felicidad es la certeza de algo y lo que provoca nuestra infelicidad es la incertidumbre, no se ha puesto a pensar que en nuestra relación con Dios nos sucede exactamente igual?, cuando sabemos que lo que estamos pidiendo sucederá, somos felices, pero es la incertidumbre de lo que no sabemos si sucedera que nos hace sufrir.
Más curioso aún es el hecho de que en la Biblia (versión Reina Valera 60) Dios no hable del término felicidad, solo lo menciona en 2 ocasiones, la primera en el libro de Job cuando habla de su felicidad pasada cuando tenía una certeza económica, familiar y en todos los aspectos de su vida y la segunda es mencionada por Salomón en el libro de Proverbios y responde a la certeza provocada por una buena acción.
Por tanto, no es que Dios no espere que seamos felices, sino que Dios no entiende la felicidad como la entendemos nosotros, ya que la felicidad no es provocada por un factor externo como cuando nos aman, o cuando el dinero abunda, sino la felicidad es algo que surge en nuestro interior y es natural en nosotros ya que viene del mismo lugar que venimos y tiene la misma naturaleza que nosotros.
Note como la cita de hoy nos da el término que Dios usa para describir la felicidad, esa palabra es fe, ya que esta no tiene que ver con lo que esperamos que suceda, sino con la certeza que tenemos de lo que viene de Dios y de quien Dios es, el que tiene certeza de lo que pasará, tiene fe y por tanto es feliz.
No se ha puesto a pensar que es cierto que nos la pasamos esperando la felicidad que no parece llegar? (obvio no puedo generalizar), y que siempre pareciera que necesitamos que algo suceda o tener algo para poder ser felices?, el día que conozcamos a Dios y sepamos qué es lo que Él hace, seremos felices a causa de la fe que nos provoca el conocimiento del Dios que decimos que amamos pero que no conocemos, y dejaremos de perseguir y esperar y empezaremos a vivir en plenitud, lo cree?