A lo largo de mi vida me he convertido en una persona muy literal o muy textual, es decir, me gusta poner mucha atención a las palabras utilizadas por las personas para luego ligarlas a la intención de su comunicado, esto me ha llevado a aprender que la mayoría de los problemas que tenemos los tenemos o por una mala comunicación o por un mal entendimiento causado por una mala comunicación.
Uno de esos ejemplos es cuando las personas suelen referirse a situaciones donde han tropezado y luego complementan su comentario con la frase “es asombroso como solo hay una delgada linea entre”, y con ello hacen denotar que es muy fácil errar, equivocarse o caer en algo que no es correcto, pero si lo pensamos detenidamente, no es así.
La cultura americana nos enseño en los 80’s el término “living on the edge”, que significa viviendo en el límite y eso es algo que nos pone en constante riesgo, primeramente porque no existe tal límite entre lo bueno y lo malo, el bien y el mal no convergen en ninguna parte, no existe un punto donde dejamos de ser buenos para empezar a ser malos, ni existe tal cosa como los niveles de bondad o maldad, imagine usted que Dios fuera un poco bueno y un poco malo!, y muchos dirán “ah! claro, pero eso es Dios, pero los hombres somos distintos!”, acaso estas personas ignoran que Dios nos hizo a su imagen y semejanza?, por tal tenemos la misma capacidad de ser completa y absolutamente buenos, como Dios lo es, ya que esto no es una cuestión de actos buenos o malos, sino de una condición del corazón, aquel que tiene un corazón santificado (apartado) puede tener un corazón bueno.
Que interesante es esto de pensar en la condición del corazón, ya que normalmente todo lo que es malo en nuestra vida, y todo lo que se traduce como pecado, viene de nuestros sentimientos y nuestros pensamientos (los cuales están contenidos en el alma la cual radica en nuestro corazón), eso quiere decir que el pecado no es un acto, sino un pensamiento o un sentimiento, no importa que el acto no sea consumado, por el hecho de habitar en nuestro corazón ya cuenta como tal.
Por tanto aquellas personas que se consideran a sí mismas como inteligentes o hábiles por poder jugar con fuego y no quemarse, son exactamente lo contrario, son necias, pues crean un limite entre el bien y el mal que no existe y que con un poco de pecado echan a perder todo lo bueno que hay en sus vidas.
La cita de hoy nos habla de 2 conceptos muy interesantes sabiduría e inteligencia y nos dicen que aquellos que temen a Dios son sabios, es decir, la el temor tiene que ver con lo conocido, mientras el miedo con lo desconocido, en otras palabras, aquel que conoce a Dios y sabe como reaccionará (teme a Dios), es sabio, por otra parte note como dice aquel “apartarse del mal” y no “vivir del lado del límite del bien”, es decir darle la espalda y dejar de coquetear con el pecado, en otras palabras, apartar su mente y sus sentimientos en las cosas de Dios y dejar de pensar en las cosas que nos tientan y le hacen sentir débil, será inteligente.
Podemos por tal entender que pensar en pecar es como complotear contra nosotros mismos, ya que vez que dejamos que un pensamiento o sentimiento equivocado nos aborde, perdemos nuestra inteligencia y la pericia para actuar adecuadamente.
Piense esto, las personas inteligentes siempre están rodeadas de cosas buenas, ya que sus vidas están llenas de pensamientos y sentimientos buenos, esto es universal, aplica para quienes conocen la cita de hoy y quienes no.
Habrá personas exitosas quienes tienen pensamientos buenos y malos, pero tarde o temprano la parte errónea de sus pensamientos y sentimientos erróneos les harán caer, a diferencia de aquel que aparta su corazón para Dios, tendrá frutos eternos y siempre frescos, como Dios lo promete.