Hace unos días me toco ir a ver a Marcos Witt, para quienes no lo conocen, el es un cantante cristiano que se ha distinguido (en lo que yo lo conozco) por ser un hombre integro en la palabra de Dios y en su concierto hizo una pausa que llamo mi atención, ya que antes que otra cosa, reconoció que todos, incluso los que enseñan de la palabra, incluso aquellos que los demás señalan de cercanos a Dios, es decir todos necesitamos el tomarnos de la mano de Dios.
Me dejo muy pensativo esta reflexión de parte suya, ya que me ha tocado ver a muchas personas que de alguna manera e convierten en líderes de grupos, no solo religiosos, sino de toda índole que por servir a los demás, por saberlo todo mejor o simplemente por costumbre, se olvidan de sus necesidades y están siempre pensando en que sus cosas no son importantes, o bien no tienen tiempo siquiera de orar por este tipo de cosas.
Con esto no quiero poner a nadie como mártir, por el contrario, creo en lo personal que es una deficiencia, a todos nos agrada que los demás dependan de nosotros, o nos pidan consejo o bien que seamos ese oído amigo que escucha y da consuelo, pero hay quienes solo hacen eso y se olvidan de que son humanos y que también lo necesitan y que les sería muy útil desahogarse con alguien más que solo los escuche o escuchar un consejo.
¡Uff! El solo pensarlo me ha hecho reflexionar sobre mi propia vida, el día de hoy me encuentro ante lo que pudiera ser un cambio grande y significativo para mi vida, es emocionante, todas las oportunidades lo son, pero al pensar en ello, también me di cuenta de cuantas cosas y personas dejare atrás, y eso me asusto, no sabía que pensar o sentir cuando me di cuenta de ello, justo hace unas semanas me quejaba con mi amigo Wayne de eso de que quien me puede comprender a mí y recuerdo que ore y le pregunte a Dios.
Cuantas cosas podemos ver imposibles, cuan difícil nos puede ser el tratar de ver nuestra necesidad realizada, quien ora por nosotros y por las cosas que no confesamos a nadie.
Marcos Witt solo me recordó la cita de hoy y esta dice que al que cree todo le es posible, yo creí, rete a Dios y le dije, dime, ¿quien me puede escuchar?, ¿quien me puede consolar?, ¿quien puede en un solo momento calmar mi alma.?
Esta mañana desperté y recibí esa respuesta, mi madre está de visita y anoche durmió conmigo, tuve una de las noches más tranquilas en años, y me di cuenta, que la mayoría de las cosas que no creemos es porque no creemos posibles verlas, pero Dios ya las hizo y las tiene ahí para cuando decidamos tomarlas.
Yo le invito a que haga como yo, crea, no crea solo que Dios va a hacer, dese la oportunidad de creer que Dios ya hizo, a lo mejor su respuesta siempre ha estado ahí, solo es cuestión de creerle a Dios que lo hizo a su manera y no a la de usted.