Hoy en día hay muchas cosas que dejamos de ver u observar, desafortunadamente una de ellas es Dios, y cuando nos damos cuenta, simplemente tratamos de lavar nuestra conciencia ya que nos sentimos mal por ello y tratamos de justificar nuestra lejanía con excusas como «Si Dios esta en todos lados, no necesito acercarme mas, El esta donde estoy yo», o «Dioscito es amor y me ama como soy, El me hizo así», o «Si Dios es amor, todo lo que hay que hacer es dar amor, así estamos cumpliendo su voluntad», lamentablemente estas son verdades a medias, ya que ninguna de ellas nos lleva a Dios, ni lo agrada, ya que no son nuestros actos los que mueven su corazón, sino lo que nosotros disponemos en nuestro corazón para el.
Hoy en día hay muchas asociaciones, movimientos, fundaciones, etc. que se dedican a hacer obras de misericordia y doy Gloria a Dios a su vida por su obra, mas me preocupa que muchas personas se unen a las causas de estas organizaciones pensando que Dios les pide hacerlo, siendo que no podemos ser parte y dar algo que no tenemos.
Ciertamente Cristo alimento a miles y nos pidió que nos preocupáramos por los pobres, pero no por los pobres económicamente, sino por los pobres de espíritu, aquellos que «creen que creen» en Dios, pero ¿como alimentamos el espíritu de otros si el nuestro tiene hambre?, ¿como damos amor, si nosotros mismos necesitamos de ese amor?.
Por naturaleza somos dadores, Dios nos creo así, pero también nos creo con la capacidad para aprender y tenemos que aprender lo que vamos a dar mas delante, al momento que nos acercamos a Dios, primero tenemos que pasar un tiempo bajo si apapacho, bajo su enseñanza y llenar nuestro vaso para que podamos compartir de el con los demás.
Sin Cristo en nuestras vidas, estamos ciegos y no podemos guiar a nadie mas sin tener vista, ya que como dice la cita de hoy, seguramente caeremos al hoyo, mejor, detengámonos un momento, recibamos la luz de Dios, que abra nuestros ojos espirituales y entonces sabremos hacia donde vamos, ¿no le parece?