Más inteligentes que Dios, parte 9
Es interesante que a veces queremos ganarle a Dios en el famoso juego de “ser buenos”, como si alguien fuera capaz de ganarle, pero aún así se atreven a jugar. Aún no me queda claro cómo es que solemos adoptar esa posición de pretender ser “buenos” para agradar a Dios siendo que a nosotros mismos
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