Cuidado con lo que miras

  • Noviembre 8, 2007

Salmos 101:3 No quiero poner los ojos en la maldad que me rodea. No quiero nada con los desobedientes. David era un hombre con un corazon conforme al de Dios y sabia exactamente lo que tenia que hacer para mantenerse en santidad, se dice que los ojos son la ventana del alma y en ella