Hmmmmm, humildad, qué término tan difícil de entender a causa de lo que tantos y tantos opinan y que fácil de explicar desde la perspectiva de Dios, todo depende de cual de las 2 definiciones nos interese más.

Creo que la gran diferencia de los conceptos de humildad radica en la manera de expresarla, es decir, hay personas que hablan de la humildad pues pretenden que sus interlocutores noten “esa” clase de humildad en ellas y que con ello avalen su comentario.

Es por eso que para muchos es fácil decir que el ser humilde tiene que ver con el ser modesto, el cual es otro término completamente distinto que tiene que ver con no ser ostentoso, pero humildad no se refiere a eso, ni al no hacer alarde de lo que se tiene, Yeshúa (Jesús) no hubiera sido humilde si hubiese entendido la humildad como muchos la entienden.

Primeramente y como hemos comentado en los pasados días, la humildad no es algo que se exprese de forma voluntaria, sino como un fruto que viene antecedido de todos los frutos que hemos mencionado previamente en esta serie y es prácticamente imposible el que nos brinquemos alguno, no porque yo lo diga, sino porque esa es la manera en la que Dios actúa, Él insiste siempre en ser un Dios de orden y pretende que nosotros aprendamos a vivir en ese orden y a expresar los frutos que Él deposita en nosotros en ese orden y le quiero explicar un poco del porqué.

Como hijos de Dios estamos condenados al éxito (quien no vive así es porque no se ha entendido a sí mismo como tal), y como uno de los mejores ejemplos está el nacimiento de Yeshúa (Jesús), quien nació en un pesebre en un establo y de inmediato la prosperidad le siguió, de modo que llegaron los sabios de oriente y le llenaron de regalos, con estos regalos sus padres fueron capaces de vivir por años en un estilo de vida acomodado por mientras huyeron a Egipto, lo había pensado?

La humildad de Yeshúa (Jesús) radicaba no en el no tener ó aparentar tener dinero, pues la misma Biblia nos revela que vestía muy bien (de acuerdo a su identidad de Hijo de Dios), ya que portaba una túnica de una sola pieza sin costura, lo cual era muy caro en ese tiempo y hay que considerar que era su costumbre y la de sus discípulos el alimentar a las personas después de enseñarles acerca del Reino de Dios, dentro de la organización de Yeshúa (Jesús) había incluso un administrador quien manejaba los recursos.

Piense que Yeshúa (Jesús) es el verbo encarnado, es decir la palabra de Dios manifestada y una de las promesas de Dios es que si damos, siempre recibiremos más, obvio, esto con el objetivo de seguir dando y por qué no habría de ser Yeshúa (Jesús) mismo la mejor expresión de esto?

El ser humilde de acuerdo a lo que la Biblia nos enseña no a la cantidad de dinero que tengamos ó expresemos, sino al entendimiento de que estamos como lo dije previamente condenados a una vida de éxito y de abundancia, pero reconocemos todo el tiempo que todo lo que tenemos, no es nuestro y que lo administramos para alguien más, sin embargo dentro de eso, es parte de nuestra responsabilidad el representar a ese Reino al cual pertenecemos dignamente, es decir no podemos hablar de un Dios que es dueño del oro y de la plata y andar mendigando descuentos ó buscando que todo nos salga barato, espero ser claro en esto.

Para ponerlo de otra manera, ser humilde tiene que ver con el reconocer que no importa si tenemos mucho ó poco, si vivimos abundantemente ó escasamente, sino tiene que ver con el hecho de que sabemos de donde y de quien viene y que es nuestra responsabilidad no solo administrarlo, sino el multiplicarlo, saber que es parte de nuestra naturaleza el hacerlo así y sabiendo que todo lo que pudiera parecer como abundante en nosotros, no lo es por ser ó aparecer ostentosos, sino para dar gloria a Dios en todo lo que hacemos y tenemos, el entender que así como a Yeshúa (Jesús) el bien y el favor de Dios lo perseguían, así nos sucede a nosotros, de modo que no podemos evitar que se note el favor y el Reino en nuestra manera de vivir, sin embargo no tenemos control sobre ello, ni podemos jactarnos de haberlo producido, provocado ó decirlo como nuestro, es por eso que necesitamos todos los frutos previos, para que no se nos “suba” y no nos la creamos, ahora tiene más sentido?

Es por eso que nos debe de quedar tan claro que la humildad no es algo que podamos definir y establecer nosotros, como tampoco la podemos exigir en otros, es un fruto asombro que nos permite saber todo el tiempo quienes somos, donde estamos y de quien dependemos, solo de esa manera sabremos expresar la humildad de Dios adecuadamente, así como lo hizo Yeshúa (Jesús) quien sabiéndose y entendiéndose Hijo de Dios, fue obediente hasta la muerte, habiendo podido con el movimiento de un dedo derrocar a quienes lo pretendían humillar y crucificar.

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Un comentario

  1. Hector osorio

    Muy elegante bendiciones